Algo que sorprende a los profanos es enterarse de la existencia de dos corrientes masónicas bien diferentes que reciben varios nombres: regular u ortodoxa, por un lado, e irregular o liberal por otro. No voy a entrar en discutir si los términos usados son los adecuados o no: ni me compete a mi ni debo hacerlo. Cada cual es libre de decidir en que tipo de masonería desea entrar y formar parte.